Desafío

El Ayuntamiento de Nottingham disponía de 25 600 m2 de superficie para 2300 empleados, distribuidos en seis localidades distintas. Estos activos eran recursos básicos del municipio, por lo que era esencial que los cambios se hicieran sin interrumpir ningún servicio.

Una encuesta inicial identificó algunas áreas clave que había que abordar. Las dos conclusiones más destacadas fueron que, en un momento dado, solo la mitad de las áreas de trabajo estaban ocupadas, y que las salas de reuniones oficiales permanecían vacías durante el 40 % del día. La propiedad de los puestos de trabajo tenía que dejar de ser una cuestión de derecho y pasar a depender de la necesidad y la función del trabajo. La encuesta reveló que sería perfectamente factible reducir la proporción entre puesto de trabajo y ocupante del 100 % al 70%, es decir, 7 puestos de trabajo por cada 10 personas.

Esto exigió un cambio de mentalidad y la necesidad de que el personal adoptara los nuevos principios. El traslado a una propiedad recién adquirida en el centro de la ciudad fue el catalizador perfecto para implementar estos cambios. También fue una oportunidad para que el ayuntamiento instalase a todo el mundo cómodamente en 17 600 m2, con un ahorro de espacio de casi 1/3 del total.

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